domingo, 28 de diciembre de 2008

Nurca, el ave lagarto

Bueno, quería publicar esto, es un pequeño cuento que escribí hace mucho tiempo, espero que lo disfrutéis.

Nurca, el ave lagarto
Hace un tiempo, nació una criatura legendaria, una ave-lagarto, sus ojos color miel aún miran a la montaña que fue mandada a proteger junto con otras criaturas legendarias.
Todo comenzó cuando nació de un huevo muy grande que empolló una grandísima halcona cornuda, éste es un tipo de halcón que tiene tres cuernos en la cabeza, así como el triceratops, ésta crió a la pequeña ave-lagarto como si fuera su propia cría porque a la pobre se le había caído el huevo del nido y, por error, había cogido el del ave-lagarto. Pero la pequeña, recién nacida, ave-lagarto, no pudo disfrutar más de una semana de su "madre", ya que, el rey del reino, el gran Iván IV, le disparó en el pecho yendo de cacería. Éste rey vio el nido de la halcona cornuda y cuando se asomó y vio a una pequeña criatura con cabeza, cuello y alas de halcón y el cuerpo estilo dinosaurio, con cuatro patas de cuatro dedos, las delanteras más pequeñas que las traseras, y una larga cola, todo escamas, la cogió con mucho cuidado de que no le picara o arañara y se la llevó a su castillo. La llamó Nurca.
El rey, Iván IV, no era ni malvado ni cruel, era justo y sabio con obsesión por criaturas extrañas mágicas. Era muy alto y atlético, con grandes ojos esmeralda, el pelo negro azabache y, lo más importante: una marca de familia en el cuello con forma de corona verde.
Iván no imaginaba el poco tiempo en el que Nurca crecería y mostraría sus poderes. Resultó ser más grande que Lunckus, el perro negro de pelo raso, que le doblaba a él en altura, y encima era más poderosa que él. Nurca era la favorita de Iván y, con ella, experimentó algo experimento asombroso para él, y de mucha ayuda; Nurca lo llevó volando a una montaña de muchas grutas, la Montaña Gruta.
Cuando Iván cumplió los cuarenta años, un rey vecino le declaró la guerra; no se sabían los motivos, pero se imaginaban; el rey vecino era muy ambicioso y le volvían loco las riquezas y, casualmente, había oído que Iván poseía grandes riquezas.
Esto era cierto, pero su pueblo las necesitaba y él no permitiría que un avaro rey las tomase. Para ello, decidió que sus criaturas se encargasen de ellas, pero no en el castillo, sino en la Montaña Gruta hasta que su familia, que mandó al exilio para que no muriera, las recuperara pasando por distintas pruebas que harían sus criaturas.
Iván puso a Nurca como jefa, ella vigilaría desde los cielos, les diría a los otros cuándo debían actuar y transformaría el lugar en el que actuarían.
Nurca, con ayuda de Lunckus, transportó a la Montaña Gruta las riquezas de Iván, que luego, las otras criaturas, guardarían en la gruta más profunda que Iván llamó la Gruta de la Perdición porque, de no ser porque iba junto a Nurca, ciertamente, se habría perdido.
Tras haber transportado todas sus riquezas, Iván volvió al castillo junto con Nurca, dejando a las otras criaturas en una gruta cercana a la de la Perdición.
Al día siguiente, Iván escribió varias cartas con su historia y se las dio a Nurca para que las llevase a los distintos pueblos donde él había exiliado a su familia. En estas cartas había escrito:
"Para mi familia y todo aquel que se atreva:
Soy el rey Iván IV, de la familia Kiranto, y pronto moriré a manos de la guerra que me acecha.
En esta carta os diré que escondí mis tesoros en la Montaña Gruta, en la Gruta de la Perdición, aunque sólo mis herederos llegarán a verlos.
Cuando veáis la Montaña Gruta a lo lejos, acontecerá la primera prueba, que realizará una de mis inmortales criaturas mágicas. Si superáis esta prueba, seguid el camino que os señale y así sucesivamente. Ellas, mis criaturas, os mostrarán el camino una vez que lleguéis a la Gruta de la Perdición.
Os saluda cordialmente Iván IV Kiranto"
Cuando Nurca regresó de su mandado, abrió sus ojos desmesuradamente, el castillo y todos sus alrededores estaba en llamas; los soldados del rey estaban masacrando al pueblo que había ayudado a criarla. Nurca se enfadó tanto que creó un tornado con sus grandes alas que apagó el fuego y se llevó a los soldados y a los muertos, pero no podría hacer nada más allí, así que, se fue a la Montaña Gruta junto a sus compañeros a realizar la última voluntad de su amo, Iván.
Pasaron cien años hasta que apareció el heredero en la Montaña Gruta, pero eso forma parte de otra historia.

martes, 16 de diciembre de 2008

Torre

Las lágrimas de luna caen en mi interior, cayendo por las escaleras y desgastándolas aún más de lo que ya están. A la mañana siguiente veo a gente rodeándome, hay quienes me observan pasmados, otros vuelven su rostro hacia otro lado, algunos de éstos con repulsión, y hay otros que es como si mirasen a través de mí, ven sin observar. Algunos entran en mis cimientos provocándome cosquillas, hay algunos que se ocultan bajo mis escalones a llorar, amantes que suben a mi cabeza para ver el mundo como yo lo veo y para demostrar que se quieren. Me entristezco, me apego más a aquellos que lloran, porque sé que se sienten tan solos como yo. La noche trae consigo lluvia, ya no hay nadie ni alrededor ni en mis cimientos...no, no me gusta estar así, me siento solo y abandonado...nadie está junto a mi en estas frías noches para darme compañía, todos están en sus casas, cenando junto al calefactor, riendo. Comienzo a llorar, llevo demasiado tiempo de sufrimiento, demasiado tiempo solo...

Estreno

Hola a todos los que se vallan a atrever a leer esto, Buf... A ver si os gusta lo que escribiré de ahora en adelante, aunque más que nada sean idas de olla.Mira que darme a mi por comenzar esto a la 1 menos cuarto. Pero bueno, algún día tenía que comenzar, ¿no?.Y para comenzar me gustaría decir hola a todos los que lean esto, y tambien mandarles un beso y un abrazo.Aunque esto me ha quedado un poco corto...no penséis que los siguientes sean iguales.