miércoles, 14 de enero de 2009

La caza del vampiro Prólogo

Aqui os dejo el prólogo de una historia que comencé a escribir hace poco, que lo disfrutéis:



- Blanca, Néstor- dijo una voz masculina de tono felino-. Ya va siendo hora de que me traigáis nuevas víctimas, y, si puede ser, una nueva novia.
- ¿Sabíais, amor mío, que, en estos años, está mal visto tener más de una esposa?- dijo una bella mujer pelirroja, de ojos rojizos, saliendo de la oscuridad, completamente desnuda y con un hilillo de sangre bajando por sus labios.
- ¿Acaso crees que no lo sabe, Esther?- dijo otra hermosa mujer rubia-. Pero a nuestro amado no le importa, sólo quiere a otra esposa desde que Nuria murió.
- ¡Callaos ya!- dijo secamente la luz masculina-. Claudia, Esther, por favor, hermosas mías, volved a la habitación, estáis haciendo que Blanca y Néstor se sientan incómodos.
Las dos hermosas y peligrosas mujeres rieron mientras volvían a la habitación, cerrando las puertas tras ellas, y los dos humanos servidores se relajaron visiblemente. Blanca era una mujer de pelo rubio platino ondulado hasta la cintura y ojos de un frío azul. Néstor era un hombre musculoso de pelo castaño claro cortado al estilo militar y oscuros ojos negros.
- ¿Tenéis alguna pregunta?- preguntó la voz desde la oscuridad.
- ¿Por dónde queréis que actuemos, señor?- preguntó Néstor.
- Por el sur del país, hay muchas hermosas jóvenes de pelo castaño oscuro o negro- contestó la voz.
- Allí iremos, señor- dijeron Blanca y Néstor a la vez antes de dar media vuelta y marcharse.
Una vez se hubieron marchado, el amo de la voz salió de la oscuridad. Tenía el aspecto de un chico entre veinte y veintidós años, de pelo castaño oscuro y ojos de un intenso marrón-rojizo. Al igual que Claudia y Esther, estaba totalmente desnudo y nada marcaba su perfecta y blanca piel.
- Ojalá encuentren a la que yo ansío- dijo, antes de desaparecer por la puerta que llevaba a sus aposentos, donde aguardaban las dos mujeres.